Una emotiva sorpresa por el Día de la Madre

Cuando vio a su madre en pantalla no se lo podía creer. Estaba convocado a una charla técnica de video, pero lo que se encontró Rafa Utrera, jugador del Fundació VCF Cadete, fue un emotivo mensaje de su madre en una semana muy especial: este domingo se celebra el Día de la Madre y por primer vez Rafa, que llegó esta temporada a la Academia VCF, no estará en casa. Inevitable que afloraran las lágrimas al recibir el mensaje desde Málaga. “Para mí es un regalo que estés allí en Valencia cumpliendo tu sueño” le decía Araceli.

Muy sentida también la reacción de Emma Rose, jugadora del VCF Femenino B, que, aún intuyendo la sorpresa, no pudo evitar emocionarse con las palabras de su madre, que siempre le ha apoyado a que disfrutara de su pasión por el fútbol como está haciendo en el filial valencianista con el que se ha proclamado campeona de Grupo VII de Primera Nacional.

Emma mantiene una conexión muy especial con su madre a pesar de los 8000 kilómetros de distancia que separan España de San José (California) en EEUU. “Solo quería decirte lo orgullosa que estoy de ti” le insistía Kristine mientras Emma no podía contener las lágrimas.

Distancia geográfica que no distancia emocional, como ha quedado demostrado en esta sorpresa en que también ha participado Javi Navarro, capitán del VCF Juvenil A, quien recibió con más templanza el mensaje de su madre. Es su tercera temporada en la Academia VCF y en la Residencia de la Ciutat Esportiva de Paterna donde le acogieron y ha encontrado una segunda familia en la que apoyarse también para superar todos los momentos de dificultad y la ausencia en el día a día de una familia y una madre, Geli, que desde Elche le anima constantemente. “Solo quería recordarte lo orgullosa que estoy de ver la persona en que te has convertido”. 

También lo hace Marie Laure, la mama de Wodruu Koindredi, jugadora del VCF Femenino D que comparte su pasión por el fútbol con su hermano Koba en el que tiene un gran referente en el primer equipo. Juntos, en familia, con el apoyo de sus padres, han hecho del fútbol el camino que les ha ido conduciendo por varios países. “Sigue así, ya sabes toda la felicidad que nos traes a diario” le recuerda.  

Cada uno de los jugadores y las jugadoras de la Academia VCF tiene una historia personal. Y una familia -y unas madres- que les animan, sufren y les alientan a seguir formándose como futbolistas y como personas, sobrellevando los sacrificios que tanto madres como hijos e hijas tienen que hacer para cumplir este sueño.

Nuestro reconocimiento y nuestro máximo respeto para todas las madres. La mejor manera de demostrarlo en la Academia VCF es cuidar de sus hijos como si fueran nuestros hijos.