Jaume Domènech conoce como nadie el valor del trabajo en pretemporada

El trabajo y la exigencia son imprescindibles en estas primeras semanas de trabajo del Valencia CF de cara a una temporada exigente. La preparación del equipo a las órdenes de Javi Gracia está dejando sensaciones muy positivas, la calidad del trabajo en el día a día de la Ciutat Esportiva de Paterna se refleja en la consistencia demostrada por el equipo en los partidos disputados y, aun tratándose de una cuestión colectiva, uno de los jugadores que mejor refleja el compromiso que está demostrando el grupo es Jaume Domènech.

El guardameta sabe la importancia que tiene cargar las piernas en la pretemporada. Se siente a gusto en este tramo tan exigente del año, disfruta de su exigencia y cada año que pasa más todavía. Hoy, en su sexta pretemporada con el primer equipo, Jaume es un jugador consolidado, líder, campeón de Copa con una actuación decisiva y miembro del grupo de capitanes. Ha llovido mucho desde que llegó en verano de 2013 y sorprendió a sus compañeros del VCF Mestalla en una pretemporada en Oliva en una anécdota que sirvió como carta de presentación.

En aquel ‘stage’ una mañana, a eso de las siete, uno de sus compañeros se llevó un buen susto cuando todavía dormía. Quedaba bastante tiempo para el inicio del entrenamiento matinal, pero Jaume, con su compañero todavía durmiendo, decidió empezar sus ejercicios previos al entrenamiento. Cuando su compañero, que no daba crédito, abrió un ojo se dio cuenta de que el portero, recién llegado, era diferente: “Yo ya estoy calentando”, le dijo, unas palabras que definieron desde ese día su personalidad y comenzaron a retratar su particular manera de vivir los entrenamientos y de liderar.

Hace siete años, Jaume afrontaba cada entrenamiento “como una final” y como expresa a VCF MEDIA desde entonces nada ha cambiado para él. Jaume ya no es un jugador recién llegado al filial, hoy es un jugador con peso específico en el primer equipo, siente la responsabilidad de formar parte del grupo de capitanes: trabaja para el orden a nivel interno, motivar, identificar y aglutinar voluntades dentro del vestuario, siempre de la mano del cuerpo técnico. Es uno de los referentes del día a día y eso se lo ha ganado a pulso por su trabajo y su rendimiento.

Desde su presentación, en aquella tanda de penaltis en Perú contra el Alianza de Lima donde se dio a conocer y que pudo dedicar a su abuelo, hasta la confirmación de que sería jugador del primer equipo por parte del entonces técnico Nuno, el verano en el que estrenó el dorsal ‘1’ ante el New York Cosmos o el que sufrió una lesión muscular cuando se encontraba con sensaciones muy positivas y tuvo que hacer un esfuerzo extra a contrarreloj para ponerse al mismo nivel que sus compañeros.

El suyo es el triunfo de la constancia, nadie como él conoce el valor del trabajo, todos los capítulos de su trayectoria en el Valencia CF van ligados al trabajo, algo que cobra más importante que nunca en pretemporada. Eso lo convierte en una referencia.