Jaume Costa: “Cuando llegué a casa después del primer entrenamiento con el Valencia CF pensé que no podía tener más suerte”

Jaume Costa ha mantenido este miércoles una charla con FutEdu, empresa organizadora de campus y eventos enfocada al fútbol y la educación de la que ejerce como embajador. Desde su casa, junto con sus perros Bella y Box, el valencianista ha respondido a las preguntas más curiosas de los aficionados en un directo de Instagram en el que no han podido faltar los comentarios de Mari Paz Vilas, jugadora del VCF Femenino, o de su compañero Carlos Soler, al que Jaume le ha recordado: “Carlos, tienes que enseñarme a hacer paellas”.

¿Cómo estás?

Bien, dentro de la situación difícil que nos ha tocado vivir. Está claro que esta situación es más difícil para unos que para otros y me siento un privilegiado, pero es difícil para todos. Yo soy muy de rutinas, de hacer las cosas cómo y cuando toca y aunque en casa tengo un gimnasio y un jardín, el paso del tiempo te va causando un poco de ansiedad. Echo de menos poder ver a los compañeros, entrenar, las risas… Todo eso se echa de menos en el día a día. Soy muy casero, soy bastante de estar en casa con la familia, pero se echa de menos tener una rutina basada en trabajo, niños y casa.

¿Cuándo crees que volverá el fútbol?

Esa es la pregunta del millón, la que se hace todo el mundo. No lo sé. No tengo ni idea… Pocas personas pueden responder a ello. Vamos teniendo informaciones de cuándo más o menos podemos empezar a entrenar, pero vamos a tener que ir paso a paso, muy poco a poco… A mí me gusta estar con el grupo, con mis compañeros, las charlas… A lo mejor se empieza de manera individualizada, todo de manera reducida. Oía a compañeros de profesión hace días decir que con un contagio que haya el fútbol tiene que acabar. No queremos que eso suceda.

¿Es verdad que tienes el Grado II de entrenador?

Tengo el Grado II y quiero esperar a retirarme para seguir sacándome títulos. Ahora con el fútbol hay que hacerlo algo más a distancia, pero me gustaría hacer el Grado III de manera presencial y con gente que me ayude.

¿Cuáles fueron tus sensaciones en tu vuelta al Valencia CF?

Fue un momento bonito, llegué a un club, el Valencia CF, donde había estado mucho tiempo y que después de muchos años apostaba otra vez por mí. Volver a hacer el camino que hacía mucho tiempo que no hacía fue sentimentalmente muy bonito. Los primeros días estaba muy nervioso porque no sabía lo que me iba a encontrar. El primer día que entrené, me maté… Tienen un gran nivel. Afortunadamente ya conocía a mucha gente del ‘staff’, a jugadores… Cuando llegué a casa después del primer entrenamiento dije ‘no puedo tener más suerte’.

¿Qué consejo le darías al Jaume Costa de diez años y al de dentro de diez años?

Es una pregunta difícil. Si fuera por mí, yo no le diría nada a mi Jaume anterior, todo lo que he pasado ha hecho que yo esté hoy en día donde estoy. No debería decirle nada, la mínima palabra que le dijese podría cambiar el destino y hoy con 32 años, con los momentos buenos y los momentos buenos, no me gustaría que cambiase nada. Cuando somos jóvenes, a partir de los catorce, quince o dieciséis, hacemos cosas de las que no estamos orgullosos, pero es una parte fundamental de la vida para madurar y ser quien eres. Al Jaume Costa de dentro de diez años le preguntaría si está vivo (ríe), le mandaría ánimo y espero que con 42 años no haya engordado mucho. No, en serio, que disfrute de todo lo que no ha podido disfrutar desde los nueve años.

¿Cuál es el jugador con el que mejor te llevas del equipo?

He tenido la suerte de pertenecer a grandes plantillas con grandes jugadores, pero también grandes personas. Eso es lo más importante. No quiero un gran jugador a mi lado si no es también una buena persona. Lo fundamental es el día a día. En el Valencia CF conocía a Cheryshev, a Gayà, a Jaume Domènech, a Carlos Soler… Si me tengo que quedar con uno es Cheryshev, que fue una pieza importante en mi vuelta al Valencia CF y en mis momentos de nerviosismo. Es un extremo puro, veloz, como me gustan a mí. Fuera del campo es una persona maravillosa, es un charlatán como yo. En los momentos buenos y en los malos estamos el uno para el otro. Tenemos un vestuario maravilloso, con gente de diferentes países. Son todo bellísimas personas.

¿Cuál es la capacidad que valoras más en un futbolista y en un entrenador?

Como entrenador no lo sé, soy consciente de que ser entrenador es muy difícil y yo intento no entrar a valorar como jugador lo que podría hacer un entrenador. Obviamente todos tenemos momentos de calentón y dices algo que no debes… Pero soy consciente, igual que cuando hablo de los árbitros, que algo que no he hecho y no sé si podré hacer. Como jugador hubo un entrenador muy importante para mí que en el fútbol juegan hombres, no nombres. A mí se me quedó en la mente. La capacidad de adaptarte, la competitividad, el esfuerzo diario… Eso hace que un equipo logre cosas importantes. Es fundamental en un equipo. Al margen de la calidad técnica, el mejor Valencia CF fue un equipo compacto, que jugaban todos a una, sabían atacar y defender como si fueran unos.

¿Cuando has jugado de lateral derecho te ha costado la adaptación al otro perfil?

Al final, la clave es posicionarte de diferente forma. Aunque parece fácil, es muy difícil. Valoro mucho cuando hay un jugador polivalente tipo Angulo o Carlos Soler. Es muy difícil adaptarte a una posición que no es la tuya, más de lo que parece. Lo más importante es la constancia y el trabajo.

¿Qué consejo darías a una persona que esté intentando conseguir su sueño en el fútbol?

Mucho trabajo, mucho esfuerzo. Disfrutar es lo más importante, no importa la edad que tengas. No solo en el mundo del deporte, sino en la vida en general. Tienes que estar a gusto con lo que haces. Hablando del fútbol, lo básico es divertirte, disfrutar y pasarlo bien. Siempre hay tiempo para aprender, para frustrarse…

¿Cuál era tu ídolo cuando eras pequeño?

El que más me marcó fue el Kily González. Cuando yo iba al campo me emocionaba su carácter, su entrega, su garra. Al margen de la calidad, siempre lo daba todo. Una afición eso lo sabe valorar. Durante toda mi carrera me he identificado con él. Aunque las cosas salgan mal, porque nadie es perfecto y todos tenemos partidos buenos y partidos malos, hay que ponerle garra. Eso es fundamental.

¿Cómo te sentiste después de tu primera ovación en Mestalla contra la Real Sociedad?

No me la esperaba, yo era nuevo, un chaval que había salido a los 21 años y nadie me conocía. Además, un día tuve mis más y mis menos con Mestalla cuando jugaba en el Villarreal CF. Una vez me hicieron una falta y yo soy muy caliente. Miré a la grada y a los diez segundos pedí perdón. Justamente, esa misma parte de la grada fue por la que salí contra la Real Sociedad cuando fui sustituido. Eso me emocionó. En ese instante en el que me aplaudían recordé el momento de calentón. Cuando salí del campo ovacionado contra la Real Sociedad fue emocionante, un recuerdo que me llevaré cuando me retire y que me hace sentirme un privilegiado.

¿Cuál es tu meta de goles para la próxima temporada?

Me hace gracia, porque cuando los niños me preguntan eso yo siempre digo que he marcado cinco goles… Pero son cinco en toda la carrera, no en la temporada (ríe). Yo no me pongo meta, yo soy defensa. Tengo una media de un gol por temporada… Mi meta es intentar seguir a un buen nivel ayudando al equipo. Suena a tópico, pero es lo que pienso realmente. Para mí es muy importante estar bien físicamente.

¿Qué ejercicios recomiendas para hacer ahora durante el confinamiento?

En el Valencia CF los preparadores físicos nos mandan trabajo. Depende de lo que tengas en casa para poder trabajar te marcan unos ejercicios u otros. Es importante hacer de todo: preventivo, fuerza, cardio… No todo en el mismo día, pero tenemos una rutina muy completa. Tengo también una portería y conos para jugar en el jardín con mi hijo. Nos dejan los domingos libres, pero como no tenemos nada que hacer me pongo en la cinta con el iPad. Es muy importante hacer de todo.

¿Tu alimentación ha cambiado durante el confinamiento?

No. Con el paso del tiempo necesitas cuidarte todavía más, llevo unos años en los que me han educado para controlarme bastante la comida. Sé lo que puedo comer y qué no en cada momento. Cuando empezó el confinamiento adelgacé tres kilos y ahora mismo estoy en el peso ideal. Si empezásemos mañana otra vez estaría en el peso ideal para entrenar.

¿Alguna manía?

Cuando salto al campo tengo muchas manías. Tenía antes un ‘coach’ que estuvo unos cuantos años trabajando conmigo, lo necesitaba, y me enseñó a hacerme mis rutinas para sentirme más cómodo. Puedes llamarlas rutinas o manías. Cuando voy del hotel al estadio, tengo unas cuantas canciones que me motivan muchísimo. Cuando estoy en el vestuario tengo otras. Cuando salto al campo suelo rezar, acordarme de mi gente que ha fallecido para que me den fuerzas. Lo he hecho toda la vida. Me ayuda todo esto. A mi perro, que murió, también le pido que me de fuerzas. Intento entrar con el pie izquierdo, a mí no me ha dado nunca mala suerte.

 ¿Qué consejo darías a un futbolista para salir reforzado de un momento complicado?

Que los vivan, que se frustren. Es importantísimo tener momentos malos, se aprende muchísimo que de los momentos buenos. Yo he tenido muchísimos momentos malos y eso me ha hecho tener luego muchísimos momentos buenos. Te das cuenta de lo que tienes que hacer para seguir teniéndolos. Te das cuenta de la suerte que tienes, de dónde estás y de lo que tienes que seguir haciendo para seguir manteniendo tu nivel. Lo vas a pasar, pero disfruta, mañana te levantarás con ganas de ser mejor y eso te hará ser mejor.

¿Qué consejo darías a una niña que quiere jugar al fútbol?

Le diría lo mismo que a un chico, que disfrute, que lo pase bien, que se frustre, que se cabree y todo eso va a hacer en el futuro que uno pueda optar a ser futbolista profesional. Cuando me cruzo con mis compañeras de profesión en la Ciutat Esportiva de Paterna, para mí son uno más. Yo personalmente no veo diferencias en el fútbol formativo masculino y femenino. Hay una diferencia económica que paso a paso parece que se va a ir reduciendo e igualando. No me siento más que nadie. No hay unos y otros, somos todos uno y es algo que empezamos a ver todos, chicos y chicas. Somos uno, somos iguales.

¿Estás contento con Hackett, la marca de ropa que viste al Valencia CF?

¡Claro! Es una marca de prestigio, tuve la suerte de ir a presentarla… Aunque me tocó con Garay, eso no fue tan positivo, porque él tiene una planta increíble… Parecíamos el dúo sacapuntas (ríe).

¿Como padre de familia cómo ves que se pueda volver a jugar al fútbol?

Tiene que estar todo muy controlado, la pandemia que estamos viviendo es para tener en cuenta. Es lo que nos ha tocado vivir, estamos más de un mes en nuestras casas sin poder salir y tiene que estar todo muy controlado. Ojalá empecemos cuanto antes a entrenar con los compañeros, pero un paso en falso y todo vuelve a empezar. Apelo a la responsabilidad de cada uno, vamos a salir todos juntos y haciendo las cosas bien.

¿De no haber sido futbolista qué te hubiera gustado ser?

Me hubiera gustado estudiar magisterio, enseñar. Es verdad que en la época que yo quería estudiarlo no es lo mismo que ahora, con los móviles tiene que ser todo muy complicado. Yo estuve un año en la residencia del Valencia CF, tenemos una cocinera que todavía está allí, se llama Nieves. El primer día me alegré mucho de verla y le comenté a ver si se acordaba de las que liábamos… Yo era un ‘pieza’. Me dijo que ahora los chavales con la tecnología se quedan más en sus habitaciones, en general en la sociedad estamos perdiendo un poco el hablar más allá de un móvil.