El (pequeño) secreto de César Moreno 

César Moreno ha caído de pie en el VCF Mestalla. Titular en todos los encuentros desde que llegó a primeros de enero, aportando al equipo su punto de experiencia -con 22 años- y asumiendo responsabilidades dentro y fuera del terreno de juego.

El domingo volvió a cumplir en el centro del campo, abarcando la medular, marcando ralla ante un rival complicado como Peña Deportiva y participando en el gol de la victoria, recuperando el balón y asistiendo a Mario Domínguez acabó alojando en las redes.

En las gradas del Antonio Puchades tenía un espectador de lujo, Vicente, que no sé enteró mucho del partido, pero que hizo enormemente feliz a César Moreno.

“Hace una semana y poco que nació y estaba deseando traerlo al campo y hacerme una foto con él” señala César Moreno. “Sólo con verlo aquí me da ánimos. Estoy muy contento y muy orgulloso de mi hijo”.

Vicente, con apenas unos días, pudo acompañarle en los momentos previos de partido y en la foto del once inicial. “Ha sido un momento bonito, con los compañeros que se han alegrado mucho, con la afición que nos ha aplaudido desde la grada y ha sido una alegría muy grande”.

Alegría doble por cuanto el equipo sumó los 3 puntos y César volvió a recorrer kilómetros en la medular, incansable, a pesar de las horas de sueño.

“Cambia la vida para mejor. Es verdad que no sé duerme mucho (reconoce entre risas), pero es una alegría. Me ha salido muy bueno y estoy muy contento. A partir de ahora todos los goles son para él”.

La paternidad le ha llegado a César Moreno en este tránsito al VCF Mestalla a donde llegó hace un mes cedido del Hércules CF y las cosas no le pueden ir mejor. 

“Estoy muy contento de estar aquí, no esperaba que fuese también con los compañeros, entrenamientos, partidos… muy contento de haber venido. Estamos muy contentos de que están saliéndonos resultados, haciendo un buen juego. Es un vestuario de puta madre, somos una familia” destaca.

Una familia que se ayuda dentro y fuera del terreno de juego con una identidad muy marcada. “He jugado mucho tiempo contra el Valencia que es un estilo de juego que me gusta, y los compañeros hacen mucho, son muy buenos, tienen mucha calidad y cualquier pase malo lo hacen muy bueno. Es muy fácil jugar aquí”.

Tras tres victorias consecutivas y un inicio de segunda vuelta donde el equipo está invicto, el vestuario quiere más, pero consciente que queda mucho camino por recorrer.

“No pensamos en estar arriba o estar en una zona cómoda. Vamos partido a partido, mantener la portería a cero cada jornada, sin mirar más allá. Y a partir de la portería a cero y el buen juego del equipo con la calidad que tenemos, los jugadores de arriba la revientan. Estamos obsesionados con hacerlo bien todas las semanas” concluye César Moreno al que la paternidad le ha llegado no con un pan, sino con tres victorias debajo del brazo. 

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