Inicia la segunda edición de ‘Mestalla, Camp de Nadal’
Entrada totalmente gratuita y para todos los públicos
Siempre a disposición de lo que necesita el equipo, Francis Coquelin es un ejemplo de compromiso, un líder que contagia a sus compañeros con hechos, a base de esfuerzo y trabajo. Desde que aterrizó en el Valencia CF, Coquelin ha conectado con el vestuario y con la grada, que en todo momento le reconoce con su apoyo, una circunstancia que le motiva aún más para seguir dejándose el alma por un equipo que a pesar del esfuerzo, está sufriendo en la parte final de temporada.
El partido ante el CD Leganés fue una muestra más de su compromiso con el grupo, ocupando hasta tres posiciones distintas sobre el terreno de juego en solo 90 minutos. Voro le alineó inicialmente en la banda derecha de la línea medular, asumió el rol de mediocentro tras el descanso y cuando se retiró Gabriel Paulista en el minuto 74 de partido, pasó al eje central de la defensa.
Donde le necesitaba el equipo, ahí estaba Coquelin, predispuesto a ayudar en todo momento a sus compañeros con el espíritu de lucha que se identifica con los valores tradicionales del valencianismo, bronco y copero, premiando más el esfuerzo y la lucha a la floritura. Y Francis siempre anteponiendo el bien del equipo a sus intereses individuales, una forma de ser que le lleva a ser un jugador muy respetado en un vestuario que va a luchar hasta el final por intentar acabar en los puestos europeos. No es fácil, el Valencia CF sigue dependiendo de otros resultados, pero el equipo no va a bajar los brazos hasta el final.
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